NUESTRO FESTIVAL
La Patagonia Chilena, reconocida hoy como uno de los paraísos naturales más prístinos del planeta, es una región recién conocida. De hecho, no es sino hasta los inicios del siglo XX que el gobierno de Chile comienza a mostrar interés por este gran pedacito de sur olvidado. Desde entonces, diversos proyectos han intentado hacer de ésta, un terreno habitable y productivo, sin embargo sus condiciones geográficas y su lejanía con el centro del país han dificultado esta tarea. Áreas como la salud y la educación han logrado progresos importantes, sin embargo, en relación a las artes musicales, el avance ha sido especialmente lento, debido a que aún no es concebido como algo fundamental para el desarrollo social.
Por esto, con el ánimo de contribuir desde una perspectiva independiente al desarrollo musical de la región, un grupo de jóvenes músicos Patagones acompañados por otro grupo de amantes de la música, deciden emprender un proyecto innovador basado en el trabajo comunitario y altruista, que permita crear un espacio de entrega y educación musical, de carácter gratuito, solidario y de acceso universal, entendiendo la música como un derecho y a la vez como un motor de cambio social.
Así, el año 2015, con la presencia especial de la pianista Brasileña Viviane Taliberti y el compositor-guitarrista del Choapa Alejandro Cortés, entre otros músicos regionales y nacionales, se desarrolló el “1º Encuentro Internacional de Música en la Patagonia”, el que a través de conciertos y clases instrumentales a lo largo de una semana, demostró la importancia de esta iniciativa y la necesidad de su continuidad. Es así que nace el “Proyecto FIMP”, el que transforma este primer encuentro en el “1º Festival Internacional de Música en la Patagonia”, pretendiendo asegurar el desarrollo de esta iniciativa cada año; consolidando las clases instrumentales en la “Academia de Verano FIMP”; incluyendo “Conciertos Sociales”; y formalizando la colaboración de la comunidad a través de iniciativas como “Acoge a un Estudiante FIMP”, o simplemente las “Donaciones Voluntarias”. Con ya cuatro versiones realizadas, esperamos que este festival se transforme paulatinamente en un referente musical en el sur de Chile.
Creemos firmemente en la música como un fin en sí mismo, el que, sin embargo, contribuye al desarrollo humano en todas sus aristas, biológicas, sociales y espirituales. Esto, sumado a la maravilla de nuestra querida Patagonia, generando un espacio único para contemplar, soñar y crear.
Queremos agradecer a toda la comunidad; a las instituciones y las empresas; y especialmente a los músicos que nos han apoyado desinteresadamente en la ejecución de este proyecto, el que sin su colaboración sería imposible de realizar.
Hoy en día podemos decir con mucha alegría y convicción que hemos podido crear un espacio sólido de diálogo en torno a la música no sólo para nuestra querida región sino también para el país y latinoamérica. Esperamos que este Festival se pueda posicionar entre los más importantes del conosur y por qué no del mundo.